SAN
JORGE Y ARAGÓN
Gritaban:
“Muera el Traidor y turbador de nuestra patria y leyes”. Así relataba Antonio
Pérez el levantamiento civil del 24 de mayo de 1591. Aragón, la patria, donde
los aragoneses apegados a los Fueros defendían la situación anómala que una
fuerza externa al Reino estaba perturbando. Fue un 23 de abril de 1590 cuando
Antonio Pérez atravesó la frontera para buscar refugio en Aragón.En la Cortes de Monzón de 1564 (presididas por el mismo monarca que posteriormente ocasionó perjuicios considerables al sistema Foral de Aragón), aprobó un fuero que instaba a multar a aquellos que no guardasen fiesta el 23 de abril. La referida fiesta se otorga mediante Fuero en otras Cortes, en las de 1461 de Calatayud al mártir San Jorge, al cual ya se le recordaba desde el siglo XIII, no antes, como atestigua Ángel Canellas López, la leyenda nos dice que se apareció en la batalla de Alcoraz. Es a partir de 1461 cuando este 23 de abril se establece como día de fiesta, guardada, perpetuada, inviolable y celebrada solemnemente.
Esto fue así hasta la imborrable, perniciosa, lastimosa y dramática guerra contra el Borbón, allá a principios del siglo XVIII, cuando se carga toda la arquitectura del Estado aragonés para meternos en una aventura nociva, extraña y confiscatoria, que suprimió los Fueros, casi todos, sólo quedó el Civil, y aquel de 1461 que celebraba de forma perpetua el día del patrón de Aragón San Jorge desaparece, pero no el espíritu perdurable de querer ser.
No será hasta 1978 cuando se recupere de nuevo este día que hoy en 2020 recordamos en circunstancias nada normales, pero no por ellos dejaremos de celebrar.
Entre los Estados de Europa hay unos cuantos que tiene también este día como día patrio, podemos ver por ejemplo a Inglaterra que se adelantó a Aragón en 1415 cuando establece su día festivo. Pero y ¿Qué antigüedad encontramos en otros?
Voy a hacer un corto repaso de lo que en otros territorios se considera como día de la patria (con alguna otra significación) y en qué fecha se estableció:
Portugal, tiene referencias a 1580 pero lo instaura en 1976, con diversas fases en 1910, 1933, 1963 y 1974.
Italia, lo hace en 1946.
Alemania, será en 1990 cuando declare el día nacional.
España, lo hará en 1892. El día de la raza 1918 y el día de la hispanidad en 1935.
Reino de Castilla, tenía a San Millán desde el siglo XIV, 12 de noviembre, sin tradición será a partir de 1987 cuando la C.A. de Castilla y León cree el día de la Comunidad. Lo mismo irán haciendo otras particiones el antiguo reino.
Comunidad Autónoma de Galicia, coincide con el 25 de julio y Santiago, desde 1919.
País Vasco, lo instaura en 2010.
Como podemos ver Aragón tiene una tradición muy antigua, con tradición litúrgica desde el siglo XIII e instaurada por Fuero en las Cortes de Aragón de 1461 (siglo XV), y que se vio rota tras la Guerra de Sucesión (1711) y se pudo recuperar cuando tornó el auto gobierno en 1978. No es un día festivo más, tiene un claro significado histórico y patrio, y hay que continuar haciendo la honra que se merece.
Aniquilación
demográfica en Aragón en el siglo XVIII. ¿Qué sabemos?
Como bien nos recuerda Don Ignacio de Asso, la principal
consecuencia “fue para la población” en la denominada Guerra
de Sucesión, y
añade “que por su tenacidad supuso un duro golpe que lastimó
sobremanera” y añado,
"los censos". De esta Guerra poco se ha escrito desde Aragón.
La
timorata Universidad de Zaragoza ha continuado vetando el tema. Solo el valor
de ciertos historiadores, ya con el título en mano, ha roto tímidamente la
tendencia, apenas un libro editado hace pocos años y algún estudio concreto con
poco aporte. Hay que buscar por otras ediciones como la publicación de las
Gacetas, encontradas en una población de Teruel y la historia novelada "La
Carrasca hendida”, de Miguel Martínez Tomey. Y hasta aquí podemos relatar,
nada desde Aragón. Es
vergonzoso que la situación siga así.
Como recurso podremos acudir a la bibliografía catalana. Allí se han esmerado en dedicar esfuerzos intelectuales y económicos en investigar. Al fin y al cabo fuimos unidos a la misma tragedia. Ellos con valor la recuerdan, pero aquí se agacha la cabeza. Una de las informaciones que en su día busqué, por poner un ejemplo, era conocer los exiliados de esta Guerra y ver qué aragoneses hubo y sí, los hay, unos cuantos, descritos de forma minuciosa. Pero nada de la relación de los censos y la tenacidad que nos recuerda Don Ignacio, por ello hay que ser más crítico e investigar ¿Qué población había antes, en 1700?, se puede conocer, solo hay que tener ganas para ello, hay un estudio sobresaliente que puso sobre la mesa los datos, ¿de dónde?, no debería ser escandaloso acudir a fuentes que sí están intactas, como las eclesiásticas y más concretamente las del Santo Oficio, estos archivos no fueron destruidos, expoliados o eliminados. Y sobre todo conocer la línea histórica crítica para analizar la situación: La espeluznante caída poblacional
con relación a los censos realizados por los borbónicos, especialmente los de 1717 y 1722. Y no será concluyente si no incluimos también los relatos que durante la contienda se sucedieron, lo mismo que las consecuencias jurídicas y penales que tuvo, aplicando el Decreto de Conquista. Hay mucho que escribir y hay profesionales que deberían ponerse a ello. Necesitamos una bibliografía netamente aragonesa, con nuestra visión. Nosotros nos pondremos a ello desde Episodios aragoneses.